“Bruja Sabia o Histérica Perdedora”
Los amores caóticos y el sufrimiento crónico
Por Ana Goffin
El amor de pareja es uno de los temas más significativos para el ser humano, nos marca de una manera determinante porque es el trastorno emocional que nos hace ser personas. Por eso, para estar en una relación sana, tendremos que abrir la puerta de nuestro pasado y ver todas las piedras que venimos cargando en una pesada mochila.
Este libro es una invitación al autoconocimiento como herramienta de desarrollo en el que propongo varios caminos de reparación.
¿De qué trata el libro?
Aborda un tema de salud dado que la salud mental se refiere al bienestar emocional, psicológico y social. Va más allá de las enfermedades mentales. Es un libro PSICO-EDUCATIVO QUE: educa sobre temas relacionados a la psicología y las relaciones de pareja caóticas, patológicas y por supuesto, ofrece caminos de reparación para relacionarnos de una manera más sana.
No me gusta el término «autoayuda» porque ¿cómo me ayudo?
Cuando dices que no puedes hacer nada ante tus circunstancias, de todas maneras estás eligiendo adoptar una postura: la de no hacer nada y dejar que la vida y la situación sean las encargadas de resolverlas. No decidir significa que le dejamos a la suerte nuestro destino.
Ante un mundo complejo, los cambios de roles de lo femenino y lo masculino; las CREENCIAS ERRÓNEAS Y LIMITANTES ; y los cambios tan rápidos surge la pareja del S. XXI que está inmersa en un contexto muy diferente al que prevalecía en el pasado (príncipes y princesas o amor cortés, feminismo/machismo) los cambios confunden y nos dan miedo, hay que acomodarlos. A través de ellos evolucionamos.
¿Brujas?
– No hablo de las brujas horribles de cuento ni a las que hacen «brujería».
– La mujer, al inicio de los tiempos era considerada sabia y mágica, era la dadora de vida, curaba, cuidaba y trabajaba . Además tenía un lugar muy importante en la organización social. El historiador francés Jules Michelet habla de la mujer relacionada a la sabiduría y al poder personal. Por eso en la época de la Inquisición son quemadas en la hoguera las mujeres que representaban una amenaza: las inteligentes o las que curaban.¡ Eso no era una herejía! era el inicio de la medicina.
– Shinoda Bolen, psicoanalista junguiana retoma el concepto de Bruja que va aunado a la sabiduría, la fuerza, el poder personal y el amor.
LAS BRUJAS NO PIERDEN EL TIEMPO QUEJÁNDOSE.
– Sin embargo también hay Brujos: hombres que han abandonado la idea del macho alfa dominante y poderoso y que reconocen su vulnerabilidad, han crecido en el terreno psicológico y espiritual, son tutores de gente más joven y son motivados por el amor, no por el poder.
Y lo anterior es lo opuesto al concepto de HISTÉRICAS como lo uso en este libro que, no es en un ámbito psicoanalítico puro sino que va ligado siempre a la postura de INSATISFACCIÓN Y DE SUFRIMIENTO INÚTIL al colocarnos en un lugar de INDEFENSIÓN, COMO VÍCTIMAS, o de AGRESIÓN siempre enojadas, tristes y quejumbrosas.
¿COMO CAEMOS AHI?
Por la GANANCIA SECUNDARIA del sufrimiento ( POR EJ: cuidado, seguridad aparente, por tener compañía e incluso por una ganancia económica).
¿Y ADEMÁS DE HISTÉRICAS? ¿ PERDEDORAS?
PUES SI perdemos porque en lugar de pedir lo que deseamos actuamos la necesidad desde una conducta que lastima : pedimos sin pedir y desarrollamos síntomas relacionales como el enojo y la inconformidad eternos y físicos (enfermamos: desarrollamos síntomas tales como gripa, gastritis,trastornos alimentarios, fibromialgia) y AHÍ HEMOS PERDIDO. Por EJEMPLO una MUJER QUE OBTIENE lo que necesita CON LA ENFERMEDAD O AGUANTANDO el MAL TRATO las ADICCIONES,VIOLENCIA O INFIDELIDAD.Los hombres también caen en este tipo de conductas, ¿qué me dices del Don Juan?.
1. ¿Porqué Brujas o Histéricas?
Estos términos los utilicé como la metáfora que nos muestra como la Bruja Sabia es una mujer plena y realizada en la pareja y como mujer.
También es fuerte y amorosa al mismo tiempo. A diferencia de la Histérica (o) que, vive el amor a través del sufrimiento emocional y corporal (enfermedades físicas, violencia, ansiedad, depresión, codepedendencia, trastornos alimentarios o síntomas sexuales, entre otros). Y a pesar de tanto sufrimiento inútil se queda en una zona “segura” en la que no vive ¡solo se pone a salvo de lo que realmente desea!.
Sustituye la felicidad por el sufrimiento consciente y soportable. De ahí el término “perdedora”, si me auto-sacrifico aunque sea de manera inconsciente, he perdido…
No solo sufrimos desde la postura de la histeria, también lo hacemos desde otros lugares:
– La obsesión: Creo que si controlo seré feliz. Sin embargo, el control es una trampa.
– La dependencia: Si alguien me cuida voy a estar bien y me cuelgo del otro.
– El narcicismo : Imagino que mi imagen es lo que realmente soy y veo a mi pareja como una extensión de eso que “soy” y, lo logro pero ¡solo en apariencia! porque esta imagen es un disfraz para tapar mi inseguridad.
– La personalidad histriónica: Deseo de ser vista o visto, tiendo a ir hacia relaciones superficiales y poco nutritivas que sustituyen las relaciones significativas que en realidad son mi necesidad auténtica.
De una u otra forma todas estas posturas ante el amor nos remiten al sufrimiento. En ellas solo repetimos la misma conducta funcione o no, ya que ahí nos sentimos seguros, es “lo conocido”, pero, también es el mejor lugar para no crecer y hacernos responsables de nuestra vida.
2. ¿A qué se refieren los amores caóticos?
Son las relaciones de pareja que son un calvario, en ellas sufrimos porque una unión que iba a “ser fuente de felicidad” se vuelve una guerra civil que se convierte en un estilo de vida donde amor y sufrimiento son lo mismo y por añadidura pareciera que son una droga imposible de dejar.
Además entra el anhelo de “cambiar o controlar la conducta” del otro y eso no es posible, yo solo puedo controlar o ser responsable de mi propia conducta.
3. ¿Las relaciones patológicas son lo mismo que los amores caóticos?
Sí, en cuanto al sufrimiento pero aquí se suma un factor: la existencia de algún padecimiento psiquiátrico que, “contamina” el vínculo y, esto complica la relación aún más porque es “un estigma social” y por otro lado la realidad y la vida diaria se vuelven difíciles de manejar. Por ejemplo: la personalidad borderline o limítrofe, los trastornos bipolares, el trastorno obsesivo compulsivo o las esquizofrenias, entre otros.
Todos podemos tener rasgos de estas personalidades, sin embargo, entre los rasgos y la enfermedad desencadenada hay un abismo. A manera de ejemplo, no es los mismo ser paranoico que tener un estilo paranoide de amar o de ser. Estos estilos también son abordados en el libro.
No ayuda la “creencia de que vamos a salvar a nuestra pareja” porque en muchos casos se requiere ayuda profesional psiquiátrica.
4. ¿Estas relaciones caóticas y patológicas no son de AMOR?
Sí al inicio pero deja de ser amor cuando manipulamos con nuestro sufrimiento, hacemos trampa con nuestros síntomas y enfermedades, perseguimos, cortamos las alas de nuestra pareja para que no se vaya, chantajeamos emocionalmente, imploramos o somos violentos. Muchas veces nos convertimos en verdaderos terroristas de la relación.
El amor verdadero crece en la libertad de que cada quien es quien es y busca el bienestar del otro de manera recíproca aunque a veces ese bienestar “no me incluya”. Ahí está lo difícil de aprender.
5. ¿Podemos relacionarnos de una mejor manera?
Definitivamente si cuando hay un deseo de hacernos responsables de nosotros mismos y de la parte que ponemos en el vínculo, a través del conocimiento de nuestras conductas insalubres y de nuestra historia personal.
Si vemos nuestro pasado desde una nueva perspectiva, a pesar de que no fue como lo deseábamos, se abren nuevas posibilidades de vincularnos con los demás y transformanos. Te invito a que inicies este viaje…
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