Nunca en mi vida imaginé esperar con ilusión el día de «hacer el super». Soñaba con viajes exóticos, aventuras, fiestas, publicar mis libros, conferencias y estudios. Las cosas simples del día a día eran para mí, una obligación. Algo que «tenía la responsabilidad de hacer».
Las labores de ama de casa no eran un reto para mí, yo misma despreciaba esas tareas por considerarlas poco importantes. Estaba muy equivocada…
Desde la aparición del Coronavirus, mi vida cambió y lo que me parecía una pérdida de tiempo, se ha convertido en una actividad importante y emocionante. Arreglarme, peinarme, manejar mi coche y bajarme en City Market equivale a la emoción de ir de compras con mis amigas al Mall. Lo comparo con la emoción de estar en el aeropuerto esperando un vuelo para hacer un viaje planeado con detalle y grandes expectativas.
Con todo y tapabocas, ahora disfruto elegir los productos de limpieza, la despensa, la carne, el papel de baño y todo lo que será necesario en casa durante la semana. No importa si hay escasez de algunas cosas, lo que hay, me parece fuera de serie. Un tesoro. Me siento bendecida y agradecida de poder adquirirlo.
La emoción no termina al llegar a casa. Me tomo el tiempo para desinfectar cada producto, guardarlo en su lugar, y ordenar el refrigerador y la alacena en contenedores transparentes y cestas de distintos tamaños. Lo hago como lo hace Marie Kondo, la empresaria, autora y famosa consultora de organización japonesa. ¡Me estoy convirtiendo en la versión mexicana de esta mujer! El solo pensarlo, me da risa. Y dije mexicana porque nuestros estándares de orden son otros.
Ordenar, limpiar y ver mi casa reluciente me da un placer tan grande que me siento segura. Me brinda la sensación de que la vida sigue y el mundo está bien. Me siento protectora con mi familia. Controlando solamente aquello que sí puedo controlar.
¿Sabías que ordenar afuera nos ayuda a ordenar adentro?
¿Tú qué disfrutas y agradeces ahora?
Brenda Minarres dice
Me identifiqué totalmente con el artículo.
Ana Goffin dice
Me encanta tu comentario porque lo escribí desde el corazón. Sí gozo esos momentos ahora. Un abrazote Brenda.
Ana Goffin dice
Me da muchísimo gusto.