«Las mujeres volamos, en sentido figurado, volar está en nuestra esencia. Me queda claro que yo estaba desconectada, distanciada y alejada de la mía. Sabía que tenía alas pero no las usaba, sabía que me puedo elevar pero estaba atada, tenía la certeza de que me podía soltar, sin embargo estaba colgada de una rama y, hasta que esta se rompió, no me quedó otra opción que levantar el vuelo, porque hay algo que sí supe siempre: no nací para quedarme en el suelo aplastada por una rama.»
¿Te atreves a soltarte de la rama a la que estás colgada?
La culpa es la ladrona de sueños por excelencia que no te permite iniciar el vuelo…
– Ana Goffin
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