Los Nórdicos cuentan de la existencia de las Uríes, unas mujeres tan hermosas, que ningún hombre podía resistírseles y dicen que bastaba una gota de su saliva para endulzar toda el agua del mar.
Muchos son los mitos que bañan las historias “de pesadilla” sobre la Anorexia, Bulimia y el Comer Compulsivo, unos dicen que es producto de la moda y los estándares de belleza inalcanzables, que es un problema de las clases medias y altas, otros que se puede “curar” con fuerza de voluntad. En realidad solo son leyendas urbanas, sí los medios y la sociedad son un factor muy importante de desencadenamiento y riesgo, sin embargo, hay más que eso.
Los trastornos de la conducta alimentaria: un monstruo silencioso
-Los cinco pilares que alimentan al ogro
El contexto auténtico es que estamos frente a una enfermedad mental que una vez instalada es un monstruo que va consumiendo al paciente poco a poco porque “no ve” lo que le pasa y por más que se lo grite el mundo no lo ve, su percepción se ha alterado.
Les quiero transmitir una propuesta menos conocida por todos que muestra cómo hay señales antes de que la enfermedad se instale y, que son una alerta de riesgo. Los padres de familia, los maestros, los instructores de los gimnasios, los profesionales de la salud (dentistas y médicos), los Psicólogos y Psicoterapeutas son quienes pueden observar los factores que están de base, es decir, por debajo de la alteración psicológica que se va gestando e instalando como un falso camino al bienestar.
Escuchamos cifras, información y síntomas, sin embargo ¿Cuál es la motivación? y ¿Qué pasa debajo de la conducta? Hay una simiente que da origen a estos trastornos, y como no vemos que es una semilla que destruye a la persona la abonamos, ¡sin darnos cuenta siquiera!.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el planeta al menos uno por ciento de los adolescentes y adultos jóvenes sufre de anorexia y otro 4.1 por ciento de bulimia.
La OMS también afirma que la anorexia inicia en edades que van de los 14 a los 18 años, en tanto que la bulimia suele ser más frecuente durante el periodo de transición de la adolescencia a la adultez temprana, es decir, en mayores de 16 años. Cifras y más cifras útiles , sin embargo, incapaces de hablar del dolor y la ansiedad que bañan la supervivencia del paciente y su familia.
En el mundo occidental se ha producido un incremento en la preocupación por este tipo de disturbios fundamentalmente por dos hechos: en primer lugar el marcado aumento en la incidencia de estas patologías . En segundo lugar nos enfrentamos como profesionales a la difícil etiología (causas y motivos) y a una patogenia difusa ¿cómo se engendran este tipo de perturbaciones que en alrededor de 8.2% de los casos son mortales?.
Es todo un reto ya que no es una “enfermedad de comida” es una dolencia en la que el ser humano se desconecta de su interior y de los demás, pierde su voz y en el peor de los casos no se da cuenta de que la posee. Su síntoma se vuelve la palabra con la que cree comunicarse. Te invitamos a recorrer juntos el camino que se vive antes de que esta aflicción se coloque como una ruta de vida a la mano, conocida, pero ingrata, desleal y capaz de cargar con nuestra existencia . ¿Cómo saberlo? A través de los cinco pilares que la sostienen y nos ayudan a detectar de manera temprana una posible perturbación en la salud ya sea por Anorexia, Bulimia, Trastorno por Atracón o un Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado.
Los cinco pilares de la enfermedad
Si imaginas como son los cimientos de una casa, los pilares a los que me refiero, operan de la misma manera. Sostienen el padecimiento y a veces saltan a simple vista. En ocasiones, como sucede en las construcciones, quedan ocultos bajo la tierra y habrá que mirar con mucho detenimiento si esas cimentaciones ya se han instalado en la mente.
1. Autoestima baja.
¿Qué valor le das a lo que eres y a lo que haces? En los TCA (Trastornos de la conducta alimentaria) la baja autoestima tiene un papel de activación primordial, esta se refiere al grado de afecto, valor personal y aceptación que sentimos hacia nosotros mismos. Una persona con un fuerte problema de autoestima, puede tener problemas en muchas áreas de su vida, sin sentirse capaz de enfrentarlos y resolverlos.
Otros tienen una buena autoestima en ciertas áreas de su vida, y una baja autoestima en otras. Por ejemplo, una adolescente puede sentirse valiosa en el área de estudio escolar y temerosa en lo social.
Generalmente sabemos que tenemos un problema de esta índole cuando nos sentimos inseguros en una o en varias situaciones de nuestra vida, y eso nos afecta de manera importante.
Tener dificultad para expresar una opinión, para hablar en público, para poner límites a los demás, para reclamar lo justo, para enfrentar los rechazos y las críticas, son todas señales de baja autoestima, y es muy recomendable hacer un trabajo de fondo para superar esos obstáculos. ¡Este elemento puede activar la insatisfacción corporal!
Algunas preguntas útiles para saber como anda tu autoestima en esta área son:
- ¿Cómo te percibes a ti misma?
- ¿Aprecias tu apariencia corporal?
- ¿Te siente bien dentro de tu propia piel?
- ¿Tiendes a compararte?
- ¿Controlas para sentirse bien? ¿Cuál es el significado de controlar tu vida? ¿Cómo lo haces? ¿Lo logras?
- ¿Qué significa “ser perfecta”?
- ¿Te consideras especial? ¿Porqué?
- ¿Te sientes amada?
- ¿Pones mucha atención en tus defectos y en tus errores?
- ¿Ubicas y expresas tus cualidades?
- ¿Perseveras en tus proyectos?
- ¿Sientes que diriges tu propia vida o que es dirigida por otros?
2. Ansiedad y depresión.
Hay estudios que nos muestran que la depresión y la ansiedad son rasgos muy prominentes en estos trastornos. Me atrevo a afirmar que en casi todos los casos la angustia está presente y de base, bajo la enfermedad. Y es real que cuando el miedo nos invade la comida es algo que tenemos muy cerca para aliviar la angustia, al menos por un momento…
Muchos pacientes tienen historias de depresión previas al desencadenamiento del TCA que, empeora cuando ya se ha desarrollado la enfermedad como tal, cuando la ingesta de alimento y el peso no son saludables. La depresión es un factor predisponente y más tarde, perpetuador de la enfermedad.
Pon atención en lo siguiente:
- Si hay un ánimo deprimido o algún trastorno del estado de ánimo
- Si existen síntomas somáticos (enfermedades)
- Ideas suicidas
- ¿Cómo te percibes a ti mismo? Optimista, positivo, corres riesgos innecesarios o vives con miedo y tristeza.
- Trastornos de ansiedad: presencia de fobias, estrés post traumático, obsesión y compulsión exagerados, ataques de pánico, etc.
- ¿Cómo expresas tu tristeza y ansiedad?
- ¿Hay alexitimia? (incapacidad para expresar e identificar tus emociones)
- ¿De quién aprendiste a expresar o callar tus sensaciones y emociones?
- ¿Cómo se maneja la tristeza y la angustia en tu familia?
Cuando no sabemos leer nuestra vida interna es muy probable que caigamos presas de la angustia. La madre a través del maternaje y el apego seguro enseña a su hija a leer sus sensaciones y emociones para que las utilice en su vida como indicadores de su vida interna y, en relación a los demás pero sucede que ¡no todas las mujeres que son madres saben hacer esto! Tal vez, ellas tampoco lo aprendieron de su madre.
3. Insatisfacción corporal.
¿Cómo eres? ¿Cómo te gustaría verte? ¿Te encuentras cómoda dentro de tu cuerpo? ¿Qué piensas sobre ser “gorda” o “delgada”? ¡Hay que hablar del cuerpo y de la sexualidad! Y, de cómo vivimos dentro de ese envoltorio que es nuestro cuerpo.
A esto se suma el hecho de que los patrones familiares, en especial de nuestros padres son conductas que copiamos y no siempre en el aspecto positivo y así caemos en las redes de patrones negativos de alimentación, imagen y apariencia.
En este pilar también entran todos los ideales de belleza que nos presentan los medios y que casi son imposibles de alcanzar para la mayoría de las mujeres y hombres que poblamos el mundo. Sencillamente son irreales.
4. Miedo a madurar y a crecer.
Estos rasgos son un común denominador en los trastornos de la conducta alimentaria :
Claudia Unikel nos proporciona estas útiles preguntas:
- ¿Te agrada la idea de ser adulto?
- ¿Qué piensas de las responsabilidades?
- ¿Qué etapa del ciclo de la vida crees que es la mejor y porqué?
- ¿Cómo te relacionas con los hombres?
- ¿Qué opinas del amor? ¿Desconfías del sexo opuesto?
El miedo a madurar y la dificultad con la autonomía son observables en terapia o por los padres de familia quizá antes de que un TCA se manifieste.
Aquí es donde sugiero trabajar, en donde veamos semillas de un posible trastorno. Estás frente a una “niña” que teme crecer y tener una relación con un hombre, de ahí un cuerpo que quiere desaparecer y no tener forma de mujer.
5. Rasgos de personalidad asociados como factores de riesgo
Se habla poco de este tema y se puede detectar la posibilidad de riesgo a partir del discurso, es decir, de las palabras de una persona. Por ejemplo: Una joven con rasgos borderline (trastorno de personalidad limítrofe) y falla en el control de impulsos puede hablar de su incapacidad de controlar su conducta ante la comida y en otras áreas de su vida (alcohol, sexo o situaciones de riesgo). Otro caso sería un joven obsesivo que controla compulsivamente el tipo de alimentos que ingiere (solo verde, nada rojo).
En general las pacientes con Anorexia Nerviosa muestran algunos de estos rasgos: pensamientos obsesivos al extremo del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), su conducta es evitativa, son controladoras, de personalidad dependiente y son propensas a trastornos afectivos (hablo en femenino ya que la incidencia es mucho mayor en mujeres).
Tienen conflictos en el área sexual y social en muchos casos aunque, son “aplicadas” y aparentemente “ordenadas” por su necesidad extrema de control.
En contraparte la persona que padece Bulimia desea controlar su vida pero ¡no puede! Ya que en general hay un control de impulsos pobre, tendencia a las adicciones, rasgos o personalidad borderline (limítrofe) y son histriónicas, es decir, quieren ser vistas a como de lugar.
Sus decisiones y actos son impulsivos, su conducta es descontrolada e impredecible, son extrovertidas y pasan de la euforia a la tristeza con mucha facilidad.
Los pacientes con Trastorno por Atracón no tienen un problema solamente de “obesidad y gordura”, la raíz está en estos cinco pilares también y, presentan también trastornos del estado de ánimo y de personalidad asociados.
¿Porqué estos pilares son tan fuertes?
Lo son porque se desarrollan en un buen caldo de cultivo, en la sociedad y en la familia con toda la extensa problemática que ambas presentan en la actualidad. Vivimos en un mundo difícil de vivir, muy complejo y, es justo ahí donde el cuerpo y la mente van encontrando maneras de “sobrevivir” que no siempre van de la mano de la vida, más bien están conectadas con la posibilidad de autodestruirnos en el intento fallido de “controlar” nuestra existencia.
¿A quién recurrir?
No todos los profesionales de la salud mental están capacitados para tratar este tipo de trastornos. No es lo mismo detectar que saber qué hacer y cómo tratar cada caso. Esto es un asunto de ética por ello la canalización del pacientes es básica, hablamos de vida o muerte, no es un juego. La atención tiene que ser multidisciplinaria.
Puedes acercarte a instituciones reconocidas como:
- Clínica de trastornos alimentarios de Médica Sur (DF)
- Instituto Nacional de Nutrición (DF)
- Comenzar de Nuevo A.C. (Monterrey)
Hay terapeutas especializados en el área a los que puedes acudir. Te puedo orientar vía mail info@anagoffin.com
¡Pide ayuda! Hacernos los que “no vemos” puede orillar a la muerte a una persona que queremos.
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